viernes, 7 de noviembre de 2008

Respeto y Amor

El problema de las clases se puede empezar a solucionar de una forma absolutamente básica, que ha sido olvidado por nosotros, por siglo…. El respeto.

Si las clases se tratan con respeto. Si se deja de ver con desprecio o indiferencia a las personas de clase menor o que tienen trabajos inferiores a los nuestros,

se comienza a generar un estado de respeto, donde el resentimiento comienza a desaparecer.

Cuando el resentimiento y el miedo social desaparece, se genera un nivel de creatividad y de puro potencial. Donde las soluciones comienzan a parecer rápidamente.

Esto se debe a que ninguna de las partes negocia con miedo. La verdaderas soluciones siempre nacen del amor, no del miedo.

Y es justamente esto lo que hemos obviado. Los intelectuales y gobiernos han diseñado durante años planes sociales, pero ninguna a logrado a erradicar totalmente la pobreza… por qué?

Hemos mandado gente a la Luna, hemos creados I-Pods, logramos crear la bomba atómica….. Nuestro potencial creador es infinito, hasta hora hemos logrado solucionar

cualquier desafió que nos hemos impuesto... Piénsenlo, logramos cruzar los mares, logramos volar como los pájaros, podemos nadar como los peces, podemos caminar en el espacio!!!

Todo eso lo hemos logrado, solamente porque realmente lo hemos sentido con pasión.

Nosotros queremos solucionar los problemas sociales….pero nunca lo hemos sentido realmente (como sociedad). Porque lo más básico que se necesita para solucionar las diferencias sociales, es reconocer que el ser humano que está delante mío es un espíritu, un ser, que en esencia es igual a mi. Cuando logramos ver de esa manera a la otra persona, podemos tratarlo con el mismo respeto que esperamos que nos traten a nosotros.

La sociedad trata despectivamente a las clases más bajas, les ponemos sobrenombres, los tratamos de rotos y de ordinarios. Los miramos con desprecio o con miedo de que nos hagan algo. Les tememos, porque por ningún motivo nos gustaría ser lo que son ellos, ser lo que viven ellos.

Las personas no son todos iguales, cada uno es un ser único, con intereses, pasiones y sentimientos diferentes. Pero la llama que nace en cada uno de nosotros, es en esencia la misma.

Cuando las clases dejen de tratarse con resentimiento, tanto las altas a las bajas, como las bajas a las altas, será la época de máxima creatividad de la humanidad. Ya que todos las causas que se creen serán por un bien común.

El primer paso debería nacer de las clases más altas. Ya que estas son las clases de poder, las aspiracionales. Cuando las clases más altas demuestren verdadero respeto, las clases más bajas comenzaran a disminuir si nivel de resentimiento, después de eso, el potencial es infinito.

Este respeto se debe basar en amor. Es el amor por el prójimo. En ponernos un límite a nuestras aspiraciones materiales y en decidir compartir nuestro éxito material…. Utópico… posiblemente. Pero en estos tiempos, yo creo que cada vez nos estamos dando cuenta que nada es imposible.

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